Aunque a veces resulte una realidad incómoda, lo cierto es que nuestra apariencia y aspecto físico tiene un impacto. No solamente en cómo nos sentimos, sino también en la forma en la que los demás nos ven. Sentirnos a gusto con el reflejo que nos devuelve el espejo constituye un empujón de autoestima, la clase de confianza que nos permite afrontar el día a día. Y para ello, el aspecto de nuestros dientes juega un papel fundamental, una de las razones por las cuales los implantes dentales son un tratamiento con cada vez mayor incidencia en la sociedad.
Salud bucodental y autoestima
Tener una boca cuidada forma parte de nuestra carta de presentación, sobre todo en situaciones donde las primeras impresiones tienen un gran valor. Un ejemplo claro de ello son las entrevistas laborales; en ellas, cuidamos nuestra apariencia para proporcionar la mejor versión de nosotros mismos. Una sonrisa a la que le faltan piezas dentales produce dos efectos: por un lado, es fácil sentirse menos seguro de uno mismo y, por el otro, esa falta de confianza nos hará destacar menos en la entrevista. Y como esta, muchas otras situaciones.
Los implantes dentales constituyen una forma sencilla de devolver a nuestra dentadura su funcionalidad y buena apariencia. Ganar en autoestima depende de dar el paso; los complejos son las barreras que colocamos nosotros mismos y que resultan obstáculos que podemos esquivar gracias al tratamiento profesional.
Las ventajas de los implantes dentales
La implantología permite reemplazar las piezas dentales que han perdido su raíz. Las causas que provocan dicha pérdida pueden ser tan comunes como un golpe o la acción de una enfermedad periodontal. A diferencia de las prótesis dentales, que implican la colocación fija o removible de una extensión realizada a medida, los implantes dentales suponen la colocación de un tornillo biocompatible en el espacio donde falta la pieza dental.
Así, tras la intervención, la unión entre el implante y el hueso será posible de forma progresiva gracias a la osteointegración. A través de este proceso biológico se obtienen grandes resultados a nivel funcional y estructural. Todo en un periodo de tiempo que acostumbra a ser de unos tres meses. Un lapso de tiempo que servirá para cambiar por completo nuestra imagen a través de algo tan importante como es la salud y el bienestar bucodental.
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